Los expertos aseguran que el cambio climático disparará las inundaciones en la costa regional.El estudio pronostica que la región perderá 50 especies vegetales en los próximos 40 años.
Más inundaciones, más incendios y plagas de insectos tropicales. Estos son sólo tres de los cambios que prevé para dentro de unos años en Asturias la Agencia Europea de Medio Ambiente, que acaba de publicar un informe en el que muestra cómo afectará el cambio climático a los diferentes países del continente. El estudio toma como referencia los cambios registrados en las últimas décadas en Europa y concluye un futuro con problemas de agua --por exceso y defecto-- y un norte de Europa que se beneficiará del cambio climático para atraer al turismo. En Asturias, las condiciones empeorarán menos que en el resto de España.
Asturias tendrá que estar preparada para las inundaciones. Sobre todo en la costa donde el riesgo es mucho más alto. Las previsiones de la Agencia Europea para el 2080 no dejan lugar a dudas. El Principado, junto a su vecina Galicia y la cuenca del Mediterráneo, van a ser las zonas más afectadas por las lluvias torrenciales. Eso sí, durante el verano las precipitaciones van a disminuir un 30 por ciento repecto a estos últimos años. El problema llegará en el invierno cuando está previsto que aumenten las lluvias. No será el único cambio para la región. Junto a los países del norte de Europa y el resto de comunidades de la cornisa cantábrica sufrirá una subida del nivel del mar lo que traerá consigo una mayor movilidad de las especies marinas. Este efecto se notará mucho más en las costas del Reino Unido y en Irlanda donde además, durante los meses de verano, las precipitaciones aumentarán entre un 15 y un 20 por ciento.
Pese a las previsiones catastrofistas, los expertos de la Unión Europea vaticinan que en año 2100 se registrará un crecimiento de la zona forestal, especialmente en el área central de Asturias. Sobre todo serán coníferas, hasta ahora más propias del clima mediterráneo. Con todo, se espera que año 2050 desaparezcan entre 26 y 50 especies vegetales de las más de 200 que actualmente se pueden encontrar en el Principado. También aparecerán especies que hasta el momento no han crecido en suelo asturiano, aunque serán menos de 25 salvo en las zonas de más elevación sobre el nivel del mar. Asturias no sale del todo mal parada, puesto que el estudio predice para el 2100 la desaparición de entre el 10 y el 50 por ciento de las especies vegetales que crecen en Europa, a consecuencia del cambio climático. Las áreas más próximas al Mediterráneo son, otra vez, las más afectadas en cuanto a la deforestación. El fenómeno europeo de expansión de terreno boscoso en el norte y de su extinción en el sur se reproducirá, en menor medida, en toda la península.
Uno de los cambios más inminentes afectará a la fauna asturiana. El organismo europeo prevé una inminente propagación del mosquito tigre, una especie originaria del sudeste asiático que en Europa aún no ha transmitido enfermedades a los humanos. Su picadura, que puede realizarse incluso a través de la ropa, es muy molesta, y los asturianos tendrán que acostumbrarse a ella. Dentro de dos años, el Principado será, apunta el estudio de la agencia, uno de los lugares ideales para el asentamiento de esta especie, mientras que en el 2050 solo las comunidades autónomas del norte peninsular presentarán unas condiciones climáticas óptimas para garantizar la vida de esta especie, aunque la plaga se extenderá también a la Europa Central. En consonancia con la llegada de este tipo de insectos, la Agencia Europea de Medio Ambiente anuncia también un leve incremento del número de noches en las que el clima pueda ser considerado tropical.
Más calor. Dentro de 80 años los asturianos gozarán de un clima más cálido. Las previsiones de la Agencia Europea para el 2080 y 2099 son un aumento de temperaturas de hasta tres grados sobre los valores actuales. Incluso en algunas partes de la zona oriental el termómetro podría subir hasta los 3,5 grados durante el verano. También aumentarán en los meses de invierno cuando se espera que la media suba entre un grado y medio y dos. Así las cosas la temperatura media del Principado subirá en torno a dos grados. Lo que ocurrirá en Asturias es muy similar a lo que se vivirá en Galicia ya que las previsiones son muy parecidas. Y distintas a lo que se espera en Cantabria y el País Vasco donde la subida del mercurio puede llegar a ser hasta de cuatro grados durante el verano, situándose la subida media entres los 2,5 y tres grados sobre lo que ocurría hasta la década de los noventa.
La agencia sitúa parte de Asturias entre las áreas en alerta por el importante incremento de los incendios forestales registrados entre los años 1958 y 2006. Con estos datos, el estudio prevé para dentro de 60 años --en concreto, entre los años 2071 y 2100-- un aumento de las posibilidades de que el fuego se propague en verano y otoño, mientras que en invierno la situación se mantendrá como hasta ahora. En otoño, el Indice Meteorológico de Incendios aumentará un 50% en la parte sur del Principado, donde los niveles se doblarán en verano. Además, en esta estación las ciudades de la costa asturiana serán, junto a las situadas en los Pirineos, las únicas de la península en las que el riesgo de un incendio no será elevado.
Cómo afectará estos cambios al turismo? Al contrario de lo que ocurrirá en el centro y en algunas comunidades del sur, las condiciones de Asturias van a ser muy buenas. Así, frente a lo que la previsión en otras partes de España donde van a disminuir el número de visitantes en verano, en el Principado se van a mantener más o menos con los niveles que se alcanzaron en la década de los 90. Eso sí, según indica el estudio, las temperaturas que van a acompañar durante el resto del año a las costa mediterránea van a equilibrar el turismo ya que será entonces cuando reciban el mayor número de visitantes. Todo lo contrario que ocurrirá en la región asturiana ya que será durante el verano cuando cuente con mayor demanda y será muy superior a las del sur.
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